«Mi nombre es VíKtor», lo escribí durante el confinamiento. Crear esa historia me ayudó a pasar aquellos interminables días. Estoy muy orgullosa de este libro, sobretodo de VíKtor, sus ganas de vivir, de luchar, quizás en ese joven adolescente hay algo de mí, me gustaría que así fuera porque para mí es un HÉROE con mayúsculas. Hoy pongo un fragmento en el que nuestro protagonista está de bajón, su vida es una montaña rusa emocional, la mía y supongo que la de muchos también en estos días. Pero VíKtor supera los malos momentos y hemos de aprender de él. Hoy yo quiero ser VíKtor más que nunca.